lunes, 22 de septiembre de 2008

El RINCON DE "EL ENTENDIDO" Nº1



El cronista me cede un espacio para que haga una cronica semanal y yo, "el entendido", lo acepto, acepto escribir desde esta atalaya de ilusión virtual. En primer lugar, aclaraos que me llaman "el entendido" porque entiendo, pero no de caballos sino de seres humanos, de alegrias, de penas, de éxitos, de fracasos, de agujeros en el zapato escondidos detras de una mirada digna, de miradas altivas desde la inseguridad y la falta de autoestima, de todas esas cosillas de la vida entiendo...


En mi primera crónica no hablaré de Le club, ni de Romo, ni siquiera de nuestros caballos actuales; mi tiempo y mi espacio son para Black Socks, mi caballo del alma, el molde, para mí, de todos los caballos del mundo. Su origen no era gran cosa, su precio tampoco (8000 euros), era pequeño, pero muy fuerte, lo trajo mi buen amigo Roberto Lopez de una subasta irlandesa. Su carácter era el de un ganador, indomable. Quedó segundo en su debut en Sevilla en un día de Nochebuena a corta cabeza de Gouch. Hubiera ganado si no hubiera sido molestado en la recta. Cuando le fui a visitar a la cuadra saltaba, bufaba y mordía indignado. No había nacido para ser segundo...


Después, en su debut en la Zarzuela, ganó, sacó casi dos cuerpos a Menespol. Su recta fue impresionante. Ese día, Black, me hizo un gran regalo, y es poder cumplir una promesa que le hice a mi padre (El Boss) cuando de pequeño, con apenas diez años, le prometí que algún día un caballo nuestro ganaría en La Zarzuela. Mi padre tenía cáncer pero también es un ganador y subió a la tribuna a recoger el premio. Ganó Black, y mi padre terminó venciendo al cáncer... ese día cumplí como un hombre la promesa de un niño, gracias a Black Socks.


Black, después, se lesionó irreversiblemente de un tendón, no aceptamos la oferta de un tratante que nos ofrecía 1200 euros por él. Nos lo llevamos a un picadero, aprendimos a montarlo. Después, a los pocos meses, llegó su dueña, una adolescente (Estefanía) que adoraba a los caballos y que montaba de cine, eran el uno para el otro... se lo regalamos, y hoy Black vive en un retiro de lujo, mimado como pocos caballos en el mundo. SE LO MERECE, ¡Hasta siempre CALCETINES!

"The Boss" acariciando a Black Socks (almas gemelas)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Menudo caracter que tenia black socks yo lo montaba de vez en cuando y era acojonante la mala hostia que tenia en el box y la fuerza en la pista,mis peores pesadillas en aquella epoca era cabalgarlo.
era el caballo de Luis un tipo que me daba mucho miedo,un yonki macarra y cada vez que me tocaba tenia que aguantar sus amenazas...